María Teresa Hernández Matías, la primera mexicana Catadora Q Grader

9:43:00

María Teresa Hernández Matías, la primera mexicana Catadora Q Grader

Tita, como se le llama cariñosamente en el mundo del café, es ejemplo de éxito, pero también de humildad; jamás se niega a compartir su experiencia por amor al café

 Oscar Alfredo Galeana


Tener el honor de ser la primera mujer en certificarse como Catadora Q Grader en México, lejos de colocarla en un lugar de confort, le ha hecho asumir el compromiso de crecer y compartir. Crecer en conocimiento, ampliar su bagaje de sapiencia para compartirlo con quien lo requiera. Todo en pos de coadyuvar en el crecimiento del café de especialidad mexicano. Un orgullo charlar con María Teresa Hernández Matías. O “Tita” como todos en el mundo del café le llaman cariñosamente.

Hace una década que Tita se erigió como Catadora Q Grader, certificada por SCAA‐CQI. Formó parte de la primera generación en nuestro país; ese grupo de pioneros que se abrieron paso en medio de dudas y reservas de los integrantes del sector cafetalero, acostumbrados más a calificar o evaluar el sabor de su aromático con base en la experiencia empírica que los años les proporcionó.

Siempre sonriente, con esa alegría jarocha que contagia a todos, recuerda con gusto esos pininos: “En efecto, ya pasaron 10 años de la primera generación de catadores Q certificados en México, de la que fui la única mujer. En definitiva fue mi amor por el café lo que me llevó a buscar la certificación, como buena veracruzana, oriunda de Coatepec siempre digo que nací entre cafetales.

Pero como suele pasar con cualquier amor, tuvo sus momentos complicados; costó mucho trabajo que la industria nos reconociera. En mi caso, tuve que picar mucha piedra, abrir puertas que afortunadamente hoy son aprovechadas por nuevos elementos que buscan profesionalizarse”. - Nada fácil sobre todo siendo la primera y, entonces, única mujer catadora… - Claro, de entrada era la primera veracruzana certificada Catadora Q Grader. En ese sentido, estoy muy agradecida con mi paisano Mario Fernández, quien me apoyó mucho desde mis inicios. Tuve muchas barreras que superar, principalmente porque era un medio integrado solamente por varones. Pero estoy muy orgullosa de haber pasado y superado todo ello.

En tu opinión, ¿el paladar mexicano ya está preparado para el café de especialidad? - 

Indudablemente el degustador final ha avanzado mucho, no como al ritmo que quisiéramos pero si es evidente que la gente ya exige mayor calidad en taza, ya no se conforma con cualquier café.

- ¿Que tan difícil es llegar al nivel de catador Q, cuanto tuviste que prepararte? - Bueno, en mi caso como oriunda de Coatepec aparte de ser amante del café, debo reconocer que no me gusta la leche. Por tanto, desde pequeña disfrutaba de mi café con pan que mi mamá me daba antes de mandarme al kínder, lo que por otra parte, derriba el mito de que esta bebida es dañina para los infantes. El caso de Coatepec y otras zonas cafetaleras es muy común que desde muy pequeños bebas café, por sus bondades médicas pero sobre todo, por su sabor. Así que, no me resultó difícil llegado el momento de buscar la certificación Q Grader porque el gusto lo traía casi desde la cuna y el resto fue prepararme, estudiar mucho para alcanzar la meta…

- Entonces, ¿Qué requiero para ser catador Q, además del gusto por el café? - De entrada, considero que si requieres tener un perfil. Los catadores se les catalogan en tres niveles, los super tasters, los taster y los non taster. Me parece que debemos evaluarnos muy bien para saber qué características y fortalezas contamos pero además, debemos capacitarnos permanentemente. Par tener éxito necesitas trabajar y capacitarte.

- Pero, ¿dentro del sector si estamos abiertos a aprender? - Creo que ya estamos más abiertos. Aunque todavía hay gente que si bien tiene toda una escuela como maestro tostador, catador o barista, no se abren a aprender porque pretextan que ya todo lo saben. Por ejemplo, alguna vez en mi tierra se quiso dar una capacitación a los tostadores, ya que hay muchos expendios en Coatepec y no funcionó porque me decían: ‘niña, llevo 50 años en el negocio, soy la segunda generación de la familia’. Entonces, si no hay apertura, si te cierras a la capacitación, definitivamente tendrás menos beneficios para el medio y la propia industria del café. - Aparte que eso le pega a tu producto si quieres entrar a los mercados internacionales, porque no cumples con los estándares de calidad que te exigen. - Exacto. Pero por fortuna si estamos abiertos a capacitarnos día con día. El compromiso de quienes participamos en esta extensa cadena productiva, es educar. Cada quien desde su lugar, tenemos la obligación de indicarles cómo hacer las cosas. Por ejemplo, yo como catadora, tengo la obligación de enseñar al último degustador, como se debe beber un café, como se debe conservar, como se debe moler, como se debe clasificar. Entonces, mientras seamos generosos de compartir nuestro saber, a todos nos beneficia y se eleva la calidad de nuestro café.

- Cuanto no has visto como la primera catadora mexicana. Cuantas experiencias...

- Muchas experiencias muy gratas me ha dado mi carrera. Me permitió viajar a Japón a apoyar al pabellón de productores de México en la exposición en Tokio; a Londres a un evento del SCAE, o tres veces al Madrid Fusión, festival gastronómico de gran relevancia mundial. Fui a Guatemala en diversos eventos como Expo Café, Expo Orgánica, Expo Restaurantes. Pero una de las experiencias más enriquecedoras que he tenido es apoyar al equipo de instructores, cuando colaboré mucho tiempo en Sagarpa y Amecafé. En fin, cada curso que doy, busco aportar mucho a los asistentes y en cada capacitación a la que acudo, aprendo mucho de cada productor, cada barista, cada compañero catador. Siempre mantengo la mente abierta porque en esta actividad jamás dejas de aprender. Recuerdo que alguna vez le pregunté a mi maestro, Don Ramón Aguilar, allá en Coatepec, que cuánto tiempo se necesitaba para ser un buen catador y él me respondió: ‘niña, cien años’.

Así es, toda la vida aprendes y por ello requieres vocación. Por desgracia, si hay casos de gente que busca la certificación Q sólo para colgar el título en la sala de tu casa. Así no funciona; debes estar al día y compartir tus conocimientos y ponerlos en práctica.


http://www.elmundodelcafe.com.mx/2016/09/maria-teresa-hernandez-matias-la-primera-mexicana-catadora




You Might Also Like

0 comentarios

Navigation-Menus (Do Not Edit Here!)

Subscribe