Café de Cuba - Contribuye labor de catadora cubana a obtener café de más calidad
13:28:00Contribuye labor de catadora cubana a obtener café de más calidad
Israel Hernández Planas
La labor del catador de café demanda de características sensoriales
especiales en una persona. De ello depende la aprobación correcta de los
granos de calidad superior que se acopian en todo el país. En Santiago
de Cuba vive una de las pocas mujeres cubanas que se dedican a esta
profesión.
Inés Leticia Labañino Estrada no es una
mujer de desvelos ni de actos eufóricos. Su figura diminuta se mueve
ágil entre todos los equipos de este laboratorio pero es su experiencia
lo que la lleva de un sitio a otro con celeridad. Lleva más de 20 años
ejerciendo una profesión que muchos cubanos desearían tener y aunque
disfruta al máximo su trabajo para ella ser catadora de café, no implica
degustar la bebida de forma habitual. Sólo hasta sus papilas gustativas
llega el sabor de la bebida cubana más tradicional.
“No bebo café, nuca he sido una tomadora habitual. La gente confunde
mucho mi profesión pero la realidad es que ni siquiera para catar se
prueba el café tal como lo conocen las personas”, explica Inés Leticia.
El modo en que se prepara el café para catar sus cualidades es mucho
más sencillo que colarlo tradicionalmente. Se vierte el polvo de café en
un tazón con agua hirviendo hasta que este desprende su color y sabor.
Parece más bien una preparación infusionada, como el té.
Es en el Laboratorio de cata de la Empresa Procesadora de Café
Rolando Ayud, del municipio santiaguero de Contramaestre, donde Inés ha
contribuido a certificar la calidad de los mejores granos cubanos que
llegan hasta su laboratorio desde varias zonas cafetaleras del país.
Aunque ha tenido la oportunidad de probar todas las calidades, desde la
superior hasta los de menor valía para esta santiaguera el café cubano
es especial entre los mejores.
La exclusiva profesión de Inés despunta en ocasiones como motivo de
bromas cariñosas entre los amantes del café. Ella con sencillez las
acepta porque sabe que parten de la exclusividad de su empleo y de los
rigores que acompañan a una buena catadora.
“Es un hecho, las catadoras no debemos usar en el trabajo perfumes,
ni creyones labiales ni esmaltes de uñas. Cualquiera de estos elementos
puede contaminar el proceso y dar una lectura errónea de los parámetros.
No por eso dejo de ser femenina y me siento orgullosa de la labor que
realizo”, dice Inés Leticia.
Así se suceden los días para esta mujer. Sin parar sigue sorbiendo
las diferentes variedades y mezclas para que luego muchos en el mundo
puedan degustar del café cubano con calidad rigurosamente certificada.
http://www.sierramaestra.cu/index.php/titulares/9938-contribuye-labor-de-catadora-cubana-a-obtener-cafe-de-mas-calidad
0 comentarios