Opinión - Café de Colombia, Lo mejor que da la tierra
16:04:00Lo mejor que da la tierra
Con frecuencia solemos poner atención a los vinos o whiskies ganadores
de concursos internacionales, a las estrellas Michelin concedidas a
establecimientos internacionales, a las ubicaciones de nuestros
restaurantes entre los 50 mejores de Latinoamérica.
Por: Hugo Sabogal
2 Jul 2016 - 9:30 pm
Pero cuando leemos noticias sobre la premiación de un microlote de
café de calidad, descubierto, por ejemplo, en Caquetá o en las
estribaciones montañosas de Antioquia, damos vuelta a la página y
seguimos buscando novedades aparentemente más interesantes.
Que un
noruego o danés se preocupe más por estas novedades debe avergonzarnos.
Debiéramos ser los primeros en interesarnos y en servir de natural y
efectivo canal de réplica.
El café es el mejor testimonio de
nuestra geografía, considerada única y especial para la producción del
grano. Nuestros cafés son apreciados por paladares exigentes, porque
pueden ponerse a la par, en cualquier mesa, con los mejores aperitivos,
los mejores vinos o los mejores destilados elaborados en el mundo.
Digo
todo esto a propósito del reciente premio “Taza de la Excelencia” al
mejor café logrado por un labriego del departamento de Magdalena.
Cultiva su cafetal en una pequeña finca de la vereda Siberia, a dos
horas del mar Caribe y al pie de la Sierra Nevada de Santa Marta, lugar
privilegiado para obtener algunos de los mejores cafés colombianos.
El
microlote logrado por Juan de Jesús Torres superó a otros 34 lotes
provenientes de diferentes municipios de la región. El sistema de
catación utilizado fue el exigente SCAA (Specialty Coffee Association of
America) para cafés especiales.
Torres es un hombre de campo que
trabaja su parcela con esmero y, por eso, los granos de sus cafetales
expresan una fragancia intensa, con reminiscencias a chocolate y con un
equilibrio bien logrado de dulzor y acidez naturales.
¿Qué es un
microlote? Se trata de una cosecha única de un lote seleccionado, que
permite hacer trazabilidad completa a un café y garantiza la calidad del
proceso desde el cultivo hasta la taza.
Según los directivos de
Juan Valdez, el objetivo es contar las historias de los caficultores y
enseñar a las personas acerca de los diversos perfiles de taza con las
que cuenta la oferta nacional.
“Son expresiones únicas que pueden
disfrutar quienes buscan algo superior”, dice Jhon Freddy Mora, maestro
tostador de Juan Valdez.
En su mayoría, estos cafés están
disponibles en las tiendas de la cadena y, por un día, uno de los puntos
de venta adopta, mediante un vistoso letrero, el nombre del ganador.
A
Torres le precedió, en 2015, un microlote de la finca La Miranda,
ubicada en Caicedo, Antioquia, del caficultor Hiyer Adolfo Vargas
Lezcano. Vargas obtuvo con su grano la “Taza de la Excelencia”, capítulo
Colombia.
También en 2015, una “Taza de la Excelencia” local se le otorgó a Nancy Muñoz, de la finca Potrero Grande, en el sur de Huila.
En
2014, otra mujer, Liliana Castro, mereció el título regional con un
microlote de la finca Bellavista, en Caquetá. Y ese mismo año el
caficultor Javier Rubio Cruz, de Líbano, Tolima, obtuvo un galardón
similar.
Estos reconocimientos no sólo tienen peso como
validadores de los cafés colombianos a escala global, sino que muestran
la habilidad de nuestros campesinos para trabajar en pos de una calidad
extrema. Los Juanes, Adolfos, Nancys, Lilianas y Javieres de la
geografía cafetera merecen atención y valoración, pues son quienes, a
diario, confirman el apelativo de Colombia como productor excelso de
café.
http://www.elespectador.com/opinion/mejor-da-tierra
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