Café de Perú - La resistencia del café
17:27:00La resistencia del café
En la Amazonía de Puno miles de familias producen
un café que llega directamente a Europa, Estados Unidos y Asia. En los
últimos años su producción ha disminuido hasta menos del 10 % de lo que
alguna vez tuvieron. Los sembríos de coca se convierten en una
alternativa que gana terreno y estos arrasan hoy con el bosque. Conoce
la situación que enfrentan los agricultores que siembran el mejor café
del Perú.
Jack Lo Lau
Domingo 13 de noviembre de 2016. Una combi que llegaba al distrito de
Putina Punco, en la escondida selva de Puno y a más de diez horas de
distancia de la ciudad de Juliaca, es asaltada por maleantes con
pasamontañas y armas de largo alcance. Se llevan celulares y todo el
dinero que los comerciantes iban a usar en sus compras en el tradicional
mercado de los domingos. No hubo muertos ni heridos, pero sí mucho
susto en un valle acostumbrado a vender cítricos y a producir uno de los
mejores cafés del mundo, no a escuchar sonidos de balas ni a desconfiar
de los demás. Sin embargo, las cosas están cambiando en la Amazonía al
sur del Perú.
Teodoro Calle apenas roza el metro sesenta y tiene
brazos y piernas que parecieran hechas de concreto. Sube y baja los
montes como un chico de 20 años. Jala su carretilla con 40 kilos de
café, en medio de barro y piedras, con la misma tranquilidad que una
señora su carrito en el supermercado. Llegó a vivir y a trabajar a los
valles de Sandia cuando apenas tenía 13 años. Acabó el colegio a los 30
años y recibió su título de abogado a los 70, demostrando que nunca se
da por vencido. Recuerda los años sesentas cuando fundaron la
Cooperativa Cafetalera San Juan del Oro y luego crearon la Central de
Cooperativas Agrarias Cafetaleras de los Valles de Sandia (CECOVASA),
para acopiar y comercializar su producto sin intermediarios. Nunca se
imaginó que lograrían en las últimas dos décadas vender todos los años
casi el 95 % de su producción a Inglaterra, Estados Unidos, Alemania,
Bélgica, Holanda y España. Que ganarían reconocidos premios como el
Specialty Coffee Association of America o el Rainforest Alliance.
Esfuerzos que han hecho que los granos que crecen en estas tierras
también sean considerados por séptimo año consecutivo como el mejor del
Perú.
Teodoro Calle, caficultor del distrito de Putina Punco en Puno. Foto: Daniel Silva - WCS Perú.
Sin embargo, las épocas en las que
producía hasta 200 quintales de café al año quedaron en el recuerdo. En
este 2016 espera con mucho optimismo acercarse a los veinte quintales.
“Yo me aferro al café, pero la roya amarilla nos ha matado los cultivos y
cada vez hay menos gente trabajando la tierra. Ya no es rentable. Se
están yendo a la coca”, alerta Teodoro Calle. Según cifras de CECOVASA,
en los últimos cinco años solo en la zona de Tunkimayo, a un par de
horas de la casa de Teodoro, de donde proviene el afamado café Tunki, de
60 activos caficultores, solo quedan seis. “Solo de café ya nadie puede
vivir”, sentencia Calle con mucha pena.
Según el último informe de monitoreo de coca Perú 2015, presentado en
julio de 2016 por la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin
Drogas (DEVIDA) y la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el
Delito (UNODC) solo en Puno existen 4468 hectáreas de cultivos de coca,
con un crecimiento anual de 10 %. Según el Servicio Nacional de Áreas
Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), 358 están dentro del
Parque Nacional Bahuaja Sonene. Otras organizaciones, como USAID, dicen
que bordean las 500 hectáreas. Cifras nunca antes vistas en esta parte
del Perú.
Riqueza pura
Los valles de Sandia están conformados por dos
importantes cuencas: la del río Tambopata y la del Inambari, en las
alturas de la Amazonía de Puno. En este rincón del sur del Perú, está
ubicado el Parque Nacional Bahuaja Sonene, que con más de un millón
noventa mil hectáreas, es el eslabón que conecta las áreas naturales
protegidas del Perú con las de Bolivia, ya que colinda con el Parque
Nacional Madidi (Bolivia) y la Reserva Nacional Tambopata (Perú). Esta
Área Natural Protegida cuenta con una biodiversidad única. Se han
registrado más de 173 especies de mamíferos (34 % del Perú) y 680 de
aves (3 7%). Fue creado en 1996 y sus 1 092 416 hectáreas protegen
ambientes muy variados, ubicados entre los 200 y los 2450 m.s.n.m.
“Puedo decir que casi el 99 % del territorio del parque (Bahuaja Sonene)
está en buen estado de conservación. Tenemos problemas de minería y
tala ilegal, que ya hemos controlado. La comunidad nativa de Kotsimba
incentivaba la actividad minera en el interior del parque, pero después
de mucho tiempo discutiendo con ellos, retiraron su maquinaria y no
avanzaron más en el parque”, cuenta a Mongabay Latam David Aranibar,
Jefe del Parque Nacional Bahuaja Sonene, quien confiesa que hoy está más
preocupado por el avance de los cultivos de hoja coca en el parque y en
su zona de amortiguamiento. En esta última ya se han identificado más
de 2500 hectáreas de este cultivo.
Según el informe de DEVIDA y la
UNODC, desde el 2004 se hicieron más frecuentes las incautaciones de
insumos químicos y pasta básica de cocaína en Inambari (Masiapo, Pampa
Yanamayo, Isilluma) y en Tambopata (Sandia, San Juan del Oro, Putina
Punco). Este mismo informe confirma también que los caminos para sacar
la droga son Puno y Juliaca, salida directa a Bolivia por el Lago
Titicaca. Tan solo en dos intervenciones de la Policía Nacional del Perú
en el valle de Sandia, en abril y agosto de 2016, incautaron 3800
galones de combustibles y más de 20 toneladas de cal, insumos que
estaban destinados a la producción de cocaína. El especialista en
narcotráfico Pedro Yaranga confirma el peligro de que se siga
expandiendo esta actividad en esta parte de la Amazonía: “el gobierno
debe alertar sobre el narcotráfico en Sandia. Esta es una grave amenaza
para Puno porque colinda con Bolivia donde continúa el cártel de
Sinaloa”. Esta organización narcotraficante es la más poderosa del mundo
y Yaranga nos confirma que es la que controla la actividad en el
conocido “Triángulo blanco” de América Latina, conformado por Colombia,
Perú y Bolivia.
En 2015, el Proyecto de Monitoreo de la Amazonia Andina (MAAP)
registró una pista clandestina al interior del parque Bahuaja Sonene.
“Cuando instalan las pistas de aterrizaje puedes sacar varias
conclusiones. Una de ellas y creo la más importante, es que no solo
están volando pasta básica, sino que lo que sale es clorhidrato de
cocaína. Ningún vuelo se levanta solo con pasta básica. Y eso indica que
hay laboratorios que la están procesando. Estamos entrando a otro nivel
de narcotráfico y preocupa que la actividad siga creciendo. Es el
momento de actuar y frenar antes de que sea incontenible”, afirma
Aranibar, quien a su vez confirma que la presencia de nuevos cocaleros
en la zona se ha incrementado “debido a que todos los que se escapan del
VRAEM (Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro) se están viniendo a
instalar acá, donde hay poco control del Estado por su ubicación y poca
comunicación”.
Cada año se van notando los cambios en el Valle de
Sandia. En Putina Punco, los asaltos como los del último domingo, se
están volviendo más comunes. En un recorrido por el distrito pudimos
observar cómo las camionetas 4×4, escasas hace unos años, se están
apoderando de sus calles empolvadas. Los bares y discotecas van
proliferando, así como la prostitución y alcoholismo. “Antes no había
carros. La ciudad era pequeña. Todo era muy tranquilo, todos te
ayudaban, te aconsejaban. Veías a todas las personas cargando su café,
felices. Todo ha cambiado. No solo el clima, sino también la gente. Ya
nadie quiere trabajar café, no hay mano de obra, todos se van a trabajar
las chacras de coca donde sacan hasta cinco veces más que en café”, nos
cuenta Patricio Mamani, caficultor del Valle de Sandia y expresidente
de CECOVASA. “Salgo de mi chacra, escucho a las aves cantar, eso me da
felicidad, el café”, dice Mamani, exdirigente que impulsó la
certificación de Comercio justo (Fair trade) que tienen los cafetaleros
de esta parte de Perú desde hace un par de décadas.
En 2014 los guardaparques detectaron la construcción de un
aeródromo al interior del parque por parte de la Comunidad Campesina de
Colorado que invadió ilegalmente el territorio protegido. “Recibimos
amenazas de muerte. Nos mandaron cartas diciendo que no se iban a hacer
responsables por los percances que iban a tener los guardaparques que
entraran en su territorio. Por eso decidimos sacar a los guardaparques a
fines de 2015 y solo realizar actividades de monitoreo en la zona”,
cuenta Aranibar. En mayo de 2016, el Gobierno Regional de Puno declaró
la nulidad de la comunidad campesina de Colorado y los guardaparques
retornaron a sus puestos de control.
Alternativas
Mientras se realizaba el asalto en Putina Punco, Javier
Cahuapaza Mamani, Gerente General de CECOVASA, estaba en un vuelo de
vuelta a Perú desde Seúl, Corea del Sur. Durante ese mismo fin de
semana, estuvo junto a una comitiva de CECOVASA mostrándole al mundo las
bondades de su café reconocido mundialmente en el prestigioso evento
Café Show Corea, que aglutinó a los principales productores y empresas
relacionadas a este grano en todo el planeta. No se imaginaba lo que
estaba sucediendo en su tierra, allí donde sus colegas siguen firmes en
su lucha por seguir produciendo café. Y todos estos esfuerzos de
promoción de su producto estrella serán en vano si no se mira con otros
ojos a Sandia. “Todo lo que producimos, lo vendemos. Nada se queda. El
problema en los últimos años ha sido las enfermedades como la roya, y
demás insectos que están afectando los cultivos. Y bueno, la hoja de
coca también es un factor que afecta a la producción del café”, cuenta
Mamani. El peor año de todos en las últimas décadas fue el 2014, donde
apenas produjeron 5700 quintales entre todos los caficultores de Sandia.
Antes del 2011, la media de producción no bajaba de los 100 000
quintales. Debido a estos percances, todos los caficultores se empiezan a
mover a otras actividades. “La idea es que puedan complementar su café
con otros cultivos que no sea hoja de coca, o sino con ecoturismo.
Estamos trabajando junto con otras organizaciones, como Wildlife
Conservation Society (WCS), el municipio de Putina Punco, CECOVASA, el
Proyecto Agroforestal de Putina Punco, para mejorar los cultivos de café
y también para darle más alternativas a las personas”, dice David
Aranibar.
https://mongabay-latam.lamula.pe/2016/12/06/peru-la-resistencia-del-cafe/mongabaylatam/
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