Café de Colombia - Café, buenos vientos
19:04:00Café, buenos vientos
Juan José Perfetti del Corral
Las cifras del crecimiento reciente del PIB agropecuario ponen de
presente que el comportamiento del cultivo del café y de las actividades
pecuarias ha sido determinante en dichos resultados.
A este
respecto es bueno señalar que una característica común de estos dos
subsectores es que, a diferencia de lo que acontece con los cultivos
agrícolas diferentes al café y con las actividades de silvicultura y
pesca, cuyos PIB presentan caídas, los del café y el grupo de pecuarios
han registrado, en los años 2015 y 2016, crecimientos positivos.
Entre estos dos subsectores la diferencia que se registra está, precisamente, en las tasas de crecimiento.
Así,
mientras que el año pasado la producción de café creció 16,8 por
ciento, la de los pecuarios lo hizo en 3,2 por ciento. En el primer
semestre de este año las diferencias entre las tasas fue sustancialmente
menor: de 3,8 por ciento en café y de 2,6 por ciento en bovinos. Ello
respondió a la baja en el crecimiento de la producción del café durante
el segundo trimestre de 2016, pues fue de solo 0,1 por ciento.
Es
claro, entonces, que gracias a su buen desempeño, el café ha sido una
fuerza determinante del crecimiento reciente de la agricultura
colombiana.
Este hecho responde a la confluencia de varios
factores. De una parte, la renovación de cafetales ha facilitado la
recuperación del área sembrada, al tiempo que ha sido determinante en el
incremento de la productividad y de la producción cafeteras.
De
otra, la fuerte devaluación que ha tenido el peso y una relativa mejoría
en las cotizaciones externas del café han permitido que los precios
internos de compra del grano se hayan ubicado muy por encima de los
costos de producción.
Todo esto ha llevado al incremento
progresivo de las exportaciones cafeteras y a niveles altamente
favorables en los ingresos y la rentabilidad del negocio cafetero
ayudando así a dinamizar las economías regionales donde este cultivo
constituye una actividad de gran importancia.
Frente a una
situación tan favorable como la que vive la actividad cafetera, que
contrasta fuertemente con la debacle que se tuvo años atrás, tanto los
productores y el gremio como el Gobierno deberían asegurar el desarrollo
sostenible de esta industria.
Ello requiere que los excedentes
económicos que hoy genera la caficultura se dirijan a fortalecer la
actividad productiva para así asegurar una senda de crecimiento continuo
en la productividad. Esto debe hacerse a nivel de finca y generando
soluciones tecnológicas mediante la investigación, la transferencia de
tecnología, la innovación y la asistencia técnica, actividades que son
más responsabilidad del gremio y del Gobierno.
Es claro,
entonces, que el sector cafetero debe garantizar la capitalización del
buen momento económico que vive el cultivo, lo que le permitiría al
Gobierno dejar atrás los subsidios dirigidos al sector y centrarse, como
debe ser, en apoyar el desarrollo de la caficultura con una adecuada
oferta de bienes públicos y en las familias cafeteras de bajos recursos
con los programas sociales que les aseguren condiciones de vida dignas.
http://www.elcolombiano.com/opinion/columnistas/cafe-buenos-vientos-JY5256685
0 comentarios