Ricardo Oteros: “En general, no se tiene ni idea del café que se toma”
14:13:00Ricardo Oteros: “En general, no se tiene ni idea del café que se toma”
Ricardo Oteros es fundador y director general de esta empresa, que desde
hace 26 años elabora café de alta calidad con variedades puras
procedentes de Colombia.
Javier García Ropero
Ricardo Oteros, director general y fundador de Supracafé. (Manuel Casamayón)
Nada más entrar en sus instalaciones, se percibe que no se está ante
una nave más de un polígono industrial del sur de Madrid. Un agradable
aroma a grano de café tostado impregna todos los rincones de la oficina de Supracafé, la compañía que desde hace 26 años está especializada en producir café de alta calidad, y que surte a algunos de los mejores hoteles y restaurantes de Madrid y Barcelona.
Su director general y fundador, Ricardo Oteros (Santa Cruz de la
Zarza, Toledo, 1962), recibe en un despacho que está dominado por una enorme planta de café. Estas semillas han marcado su trayectoria profesional desde hace 30 años, cuando llegó a Colombia
gracias a un programa de becas internacionales para estudiantes de
empresariales. En principio fueron dos meses, que se convirtieron en dos
años. “Siempre me atrajo Latinoamérica, y me
ofrecieron una estancia en Colombia. Me encontré un país muy
hospitalario”, relata Oteros. Al finalizar el segundo mes, le ofrecieron
una nueva beca en la gran industria de ese país, el café, en la Federación Nacional de Cafeteros. “Tenía que implantar una unidad de auditoría interna
en todas las delegaciones. Viajaba mucho y, como tenía que ver cómo
funcionaba cada una, cómo recibían el café, cómo lo probaban, etcétera,
iba absorbiendo todos esos procesos”. Aprovechó y se formó en cata y
preparación de café. Su idea, desde que salió de la universidad, era
empezar un negocio junto a su actual socio.
Aprovechó el conocimiento adquirido, y la ausencia
de una propuesta de café de alta calidad en el mercado español, para dar
forma a su idea. “Lo que había en aquella época en España, a finales de
1988, era una sobrecapacidad de tueste, muchísimas empresas vendiendo casi lo mismo y una guerra de precios. Pero al mismo tiempo, se hablaba de la nueva cocina vasca, los Juegos Olímpicos de Barcelona, la Expo de Sevilla... Había una efervescencia de la calidad
en España, pero del café, nadie sabía nada”, cuenta Oteros. Eso, pese a
que es una bebida totalmente asentada en el día a día de los españoles.
“En términos generales, nadie tiene ni idea del café que toma”,
asegura. “Las cápsulas, que a mí no me gustan, han ayudado a hacer ver que hay muchas variedades de café. La gente tiene metido en la cabeza que es una bebida amarga y el café o es dulce o ácido. Si es amargo, o la materia prima es de baja calidad o hay un problema en el tostado”.
"Se piensa que el café es amargo, y en realidad es dulce o ácido. Si es
amargo, o la materia prima es mala o hay un problema en el tostado"
Asociados a las cooperativas cafeteras de Colombia, con acceso a un
producto de primera calidad gracias a una selección concienzuda de
terrenos, por encima de 1.600 metros de altura y suelos volcánicos, se ha desarrollado Supracafé, sin salirse del que ha sido siempre su nicho de mercado. Eso es lo que le ha permitido, según Ricardo Oteros, sobrevivir a las épocas de dificultad.
Hoy es una empresa que factura más de seis millones de euros al año y que, como relata su director general, comienza una nueva etapa estratégica en su historia, pasando de importar café a producirlo en Colombia. “Los primeros eslabones de producción agrícola andan muy retrasados. A diferencia del vino o el aceite, los procesos del café no han evolucionado
demasiado”, apunta Oteros. La empresa desarrolla un plan estratégico,
con una hacienda propia en la meseta de Popayán, en el departamento de Cauca.
Allí también han levantado un parque tecnológico para mejorar los
procesos y las condiciones de los caficultores, hombres y
mujeres.“Nosotros vivimos de ellos. Va a ser difícil pensar que en el
futuro vamos a tener productores de café si no los cuidamos un poco”.
Este proyecto obliga a Oteros a pasar buena parte del tiempo en Colombia. El año pasaron fueron más de 60 días, y este, superarán los 70.
En el lado profesional, reconoce que le encanta trasladarse al país,
“porque el equipo que se queda en España me deja tranquilo”. El lado
familiar es el más complicado. “Pero comparto el proyecto con ellos. Los llevé a Colombia para que lo entendiesen y cada dos años intentamos volver”.
La planta que llegó en avión
Como puede apreciarse en la imagen principal, el despacho del director
general de Supracafé, Ricardo Oteros, destaca por la gran planta que lo
preside, una coffea arabica. Pero, pese a lo que se pueda pensar, su
origen está lejos de Colombia: “Todo el mundo que entra en el despacho
piensa que es de allí, pero su origen está en Dinamarca”, cuenta Oteros. Hace 12 años, un cliente de aquel país regentaba un coffee shop
en el que vendía varias plantas de este tipo, pero que en aquel momento
no superaban los 25 centímetros de altitud. “A mí en Madrid me costaba
hacerlas crecer tanto, así que me traje una sobre mi regazo en el avión.
Y empezó a crecer y a crecer. La cuido, la riego, le quito las hojas
que se quedan secas, le doy la vuelta para que le llegue luz a todas las
hojas..., es más importante la planta que yo. La tengo mucho cariño”.
Reconoce, incluso, que algunas de sus semillas están plantadas en la
hacienda de Supracafé en Colombia.
Otro de los elementos más destacables de su despacho es un molinillo de café antiguo,
conservado en perfecto estado. También fue un regalo de un cliente, en
este caso, de Alejandro Montes y Humberto Sánchez, fundadores de la
empresa de alta pastelería Mamá Framboise, con varios establecimientos
en Madrid. “Humberto estuvo conmigo en la finca de Colombia y se quedó
tan enganchado, que percibió que me haría mucha ilusión. La verdad es
que siempre he querido uno. Me lo traje directamente al despacho, porque
es un molino de toda la vida, precioso. Es uno de los mejores regalos
que me han hecho en mucho tiempo”.
http://cincodias.com/cincodias/2016/09/09/sentidos/1473445343_000176.html
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