Café de México - México incrementa su consumo de café hacia el mercado local
8:39:00México incrementa su consumo de café hacia el mercado local
A finales del milenio, durante 1999-2000, el cultivo de café en
México ocupaba el cuarto lugar como productor en el mundo. Después vino
la crisis y los costos internacionales bajaron a precios nunca antes
vistos; asimismo cayó su producción y desde entonces los cafetaleros
mexicanos han enfrentado problemas para volver a poner en marcha la
maquinaria. Y mientras mayores retos se avecinan y la incertidumbre
prevalece para el alcance internacional del café mexicano, la cultura
local de esta bebida ha florecido desde la década pasada y hoy día los
caficultores han incrementado en un porcentaje cada vez mayor el consumo
en casa.
Maja Wallengren
México ha sido un popular destino vacacional durante la mayor parte
del siglo pasado y desde 1930, cuando Hollywood apenas florecía, sus
estrellas comenzaron a acudir a las playas de Acapulco. Y mientas los
turistas han estado explorando la fascinante historia de los grandes
imperios Mayas y Aztecas, las espectaculares playas mexicanas, la
colorida arquitectura colonial y la exótica cocina, su única queja ha
sido siempre por la falta de buen café.
“A pesar de que México es un país productor de café, la mayor parte de
su mejor grano se exporta, y cuando fui por primera vez a la ciudad de
México en 1990 no fue fácil encontrar una buena taza de café”, dijo
David Lida, un autor estadounidense que ha escrito varios libros sobre
la cultura mexicana.
“En algunos hogares, cuando llegan los invitados se sigue considerando
‘sofisticado’ llevar una jarra de Nescafé a la mesa. Muchos mexicanos
prefieren renunciar al café por completo, después de convencerse de que
las cosas van mejor con Coca-Cola.
Pero repentinamente, a finales de
1990 y principios del 2000, las cafeterías empezaron a surgir una tras
otra, multiplicándose como virus. ¿Quién hubiera pensado alguna vez que
la gente en la ciudad de México desarrollaría una enorme urgencia por la
cafeína?” dijo Lida.
México no sólo tiene una capital multicultural de unos 20 millones de
habitantes adoptando el consumo de café; desde los centros urbanos hasta
las provincias y pequeñas ciudades, las tiendas de café hoy día se
encuentran por todas partes.
En la tienda departamental Liverpool, situada en la exclusiva zona de
Polanco en la ciudad de México –convertida en un nuevo círculo de
restaurantes gourmet– ahora cuenta con más de 73 diferentes marcas de
café, incluyendo no sólo las mejores marcas de los productores top en
México, sino también algunos granos únicos como Malawi Mapanga Estate,
Gayo Mountain Coffee desde Sumatra, la isla de Indonesia, y Monsooned
Coffee de India; no es descabellado pensar que tan sólo años atrás, tal
selección era simplemente inexistente.
“Desde que abrimos la sección gourmet en el 2013, ha sido un éxito, la
gente está realmente entusiasmada con todas las opciones disponibles en
las cafeterías”, dijo Alejandra Méndez, barista en la cafetería
establecida en la zona de restaurantes de Polanco.
Cuando las primeras tiendas de café empezaron a surgir en la ciudad de
México a finales de 1990, una serie de locales junto con La Selva
Cooperative comenzaron a crear rápidamente lo que parecía una nueva
tendencia.
En un intento de aprovechar la popularidad emergente del consumo de café
y al mismo tiempo, mejorar los beneficios de su valor añadido y no sólo
depender de los precios volátiles en el mercado de exportación, estos
productores abrieron franquicias Café La Selva y tiendas de café, por
medio de inversionistas enfocados a una nueva generación de amantes del
aromático mexicano.
“El mercado local en México continua creciendo; la gente está realmente
involucrándose en el concepto de las barras de especialidad y la calidad
sigue mejorando”, dijo Alejandro García-Palacios, que desde principios
del 2001 abrió su propio negocio en la conocida zona de la colonia Roma
de esta capital.
García-Palacios, dueño de la cafetería La Fortuna, ubicada en el estado
de Chiapas, al sur de México, siendo la entidad de mayor producción,
dijo también que su sostenibilidad económica como agricultor ha mejorado
a través de la presencia de un punto de venta a su cargo, en el que
puede aumentar sus ingresos por medio de la distribución de café tostado
y molido, además de las ventas por taza.
“El mercado local realmente se está acelerando y estamos viendo muchos
más negocios y competencia, incluso para las cafetería de mayor calidad,
que resulta una gran ayuda para nosotros como productores, porque los
compradores locales pagan mejor que el mercado de exportación”, dijo
Tomas Edelmann, propietario de la finca de cinco generaciones Hamburgo,
situado en la parte Occidental de Chiapas, en la Sierra Madre, conocida
como Soconusco.
Las estadísticas sobre el consumo de café son difíciles de conseguir;
tanto la de los países productores como la de los importadores, pero
entre la manufactura nacional y el volumen de las exportaciones, las
asociaciones locales e internacionales y grupos de marketing a través de
los años, han sido capaces de llegar a buenas estimaciones. Y estos
indicadores incluyen la llegada de la sede de Starbucks Coffee Co. en
Seattle, que a partir de la apertura de su primera tienda en la ciudad
de México y a un poco más de una década, se ha expandido a más de 400
cafeterías en todo el país.
A mediados de la década de 1990, el consumo de café en México estaba
estimada en alrededor de 1.3 millones de sacos de 60 kilos, y en el año
2005 esa cifra se había incrementado a cerca de 2 millones de sacos,
según cifras de la Organización Internacional del Café (OIC) y la
Asociación Mexicana de la Cadena Productiva del Café (AMECAFE). Y de
acuerdo con Euromonitor International, para 2010 el consumo había
llegado a 2.7 millones de sacos de café.
Mientras que el porcentaje de café tostado y molido ha incrementado, lo
que representa en la actualidad el 31 por ciento del mercado mexicano,
el instantáneo y marcas solubles todavía constituyen el saldo de 69 por
ciento restante, según el estudio Euromonitor encontrado. En 2005, la
proporción del café instantáneo compone el 73 por ciento del mercado
local.
Como el consumo ha ido creciendo, el mercado mexicano bebe ahora mismo
entre 50 y 60 por ciento de su propia producción, siendo una tendencia
que se espera cada año, deje menos café para compradores de exportación.
Desde el record de cosecha en México en el año 1999 -2000 de 6.2
millones de sacos, hasta la producción anual de la cosecha 2012-13 se
han promediado entre 4 a 4.5 millones de sacos. En los últimos años la
producción ha caído a alrededor de 3.9 millones de sacos con el brote de
la plaga de la roya en la hoja de café, causando estragos en toda la
región.
Los productores locales como Edelmann y García-Palacios dicen que los
daños provocados por la roya ya han causado pérdidas directas de al
menos 20 por ciento en las últimas dos cosechas consecutivas en Chiapas,
mientras que un número creciente de informes de otros estados clave
productores de México como Veracruz, Oaxaca y Puebla, también hablan de
cómo la infestación de la roya se ha extendido a través de las
principales zonas de cultivo.
Para los pequeños propietarios de entre 1 y 2 hectáreas de tierra, la
mayor parte de las granjas se encuentran ahora en un estado de
“semi-abandono” donde los productores no prestan atención alguna al
cuidado de los árboles y sólo cosechan el poco cultivo que les queda,
para luego buscar ingresos alternativos con trabajos informales en
sectores como la construcción, con el fin de alimentar a sus familiares.
“Los pequeños productores casi no vuelven a cultivar la tierra, lo que
genera que el estado de las plantaciones y granjas se debiliten, lo que
por supuesto, es una de las razones por las que la roya se ha propagado
con mayor velocidad y con un efecto tan devastador”, dijo Edelmann, que
durante años fue el director de la Asociación Local de Productores de
Tapachula Café, cuyos miembros representan casi la mitad de la
producción de Chiapas y agregó: “La situación se está volviendo
desesperante, estamos viendo signos de inestabilidad social y hambre y
muchos productores, incluso los más grandes, simplemente están empezando
a buscar una manera de salirse del café y tratando de encontrar quién
compre sus tierras”.
Si bien las condiciones socioeconómicas de los productores de café en el
México rural plantean un reto importante para el futuro de la industria
doméstica, junto con la creciente dificultad de la volatilidad del
mercado, los productores coinciden en que México continuará produciendo
muy buen café de calidad.
“México realmente necesita consolidar sus tierras de cultivo, con el fin
de hacer que la producción de café sea económicamente viable y capaz de
planificar una estrategia para la industria. En parte gracias a
nuestras cafeterías y en parte, a nuestros clientes establecidos en el
mercado especializado de Estados Unidos, nuestro negocio va
relativamente bien, y tanto los productores como nosotros mismos
tenemos una larga historia y experiencia, así que vamos a seguir
cultivando café” finalizó García-Palacios.
Maja Wallengren es una de las reporteras de café más importantes del
mundo; ha escrito sobre café durante 20 años en más de 45 países
productores tanto en el Sudeste de Asia, África Oriental y Occidental y
América Latina. Con sede en la ciudad de México, puede ser contactada
en: mwallengren@hotmail.com o a través de su blog:
www.spilling-the-beans.net
http://www.elmundodelcafe.com.mx/2016/09/mexico-incrementa-su-consumo-de-cafe-hacia-el-mercado-local
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