Café de Perú - “En cada grano de café está mi corazón”

13:25:00

“En cada grano de café está mi corazón”

emprendedor puneño. Wilson Sucaticona es reconocido como productor del mejor café especial del mundo en el 2010. Sucaticona dice que con su café quiere volver a conquistar los mercados del mundo.

Escribe:   Javier Contreras

31 de Julio de 2016 | 11:39 h

 Sucaticona con su marca Tunkimayo

Su café es leyenda, pero parece que él aún no lo sabe. Wilson Sucaticona nos recibe con un abrazo fraterno, y la humildad que caracteriza a un trabajador del campo. Por estos días se encuentra en Lima, participa del Festival “Invita Perú”, que reúne a los mejores exponentes de la gastronomía nacional, aquí ofrece a los visitantes su delicioso café y se puede disfrutar hasta este domingo 31 de julio, en el Parque de la Exposición de Lima.

Son las diez de la mañana, y Wilson está en los preparativos para lo que será una jornada que se prolongará hasta pasada las diez de la noche. Hace un poco de calor, pero por la tarde, cuando la temperatura limeña baje, la demanda de su café crecerá. “Todos quieren acompañar su comida, o su postre con un rico café calientito”, dice el productor, que hace un alto a sus labores para sentarse a tomar un café (su café) con La República.

Wilson viste una casaca porque la humedad limeña le produjo una leve afección a la garganta, enfatiza que los comentarios que señalan que su chacra ya no produce son mentiras de personas y entidades envidiosas.

“Yo antes tenía tres hectáreas, ahora tengo cinco. En julio empezó, luego de dos años, la temporada de cosecha, y esperamos una producción de 25 sacos de (café) arábica por hectárea, que nos permitirá insertarnos con más fuerza en el mercado”, señaló.

Sucaticona recuerda, que es este mismo café arábica, cosechado en la selva puneña, a 1.600 metros de altura, el que se coronó ganador del Concurso nacional de cafés de calidad del Perú, en los años 2007 y 2009, y que tocó el cielo al encumbrarse como ganador del Mejor café del mundo del 2010, galardón otorgado por la Asociación Americana de Cafés Especiales (SCAA).

En aquel momento, él aún pertenecía a la Cooperativa Cecovasa (Central de cooperativas agrarias cafetaleras de los valles de Sandia), que tenía como marca el café Tunki; recuerda –con nostalgia–que por problemas ajenos a él tuvo que abandonar la cooperativa integrada por productores de Juliaca, para iniciar su propio camino, esta vez con la denominación de café Tunkimayo, que es la que en la actualidad comercializa.

Salir de la cooperativa ocasionó que la nueva denominación de café que tiene Wilson no pueda venderse al extranjero, ya que en Cecovasa contaban con todas las licencias requeridas para exportar a países como Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea, pero ahora ya no tiene dichos documentos.

“Estamos trabajando en eso, hay licencias sanitarias que debemos cumplir para poder enviar nuestro café al extranjero. Sí hay demanda de mercados importantes como el japonés, pero por el momento solo podemos vender en el mercado local. Tenemos distribuidores en zonas turísticas de Puno, Cusco y Lima, por lo que puedo decir que nuestros productos sí se van al exterior”, indica.

Cabe destacar que en el mercado local, una bolsa de 250 gramos de café Tunkimayo se vende a unos S/ 20, según señala el propio Wilson, lo cual es un precio que está al mismo nivel que otras variedades que se comercializan en el Perú.

Wilson dice que ellos ahora casi ya no venden al por mayor, pues tratan de que sea el producto acabado, es decir, tostado y embolsado, lo que represente a su marca.

Perspectiva

Ser uno de los productores más galardonados, le da la autoridad para reflexionar sobre el presente y el futuro de este grano, que es el principal producto agroexportador nacional.

“Somos una tierra bendita, porque tenemos todos los climas necesarios para producir cafés especiales. ¿Qué nos falta? más tecnología, mejorar la producción, darle un mejor tratamiento a la planta, quizás en ello debería ayudar el Estado, sobre todo a los cafetaleros más pobres”, dijo.

Hace algunos años –recuerda– la llegada de la roya provocó la pérdida de gran parte de la producción (no fue su caso, toda vez que la altura en la que se encuentra su chacra protegió el cultivo), de cafetaleros de zonas más bajas que pasaron terribles momentos, y la ayuda tardó en llegar o quizás, hasta ahora no llega.

Sucaticona dice que hay otras necesidades en las familias cafetaleras peruanas, como por ejemplo el precio que pagan los intermediarios, que muchas veces son bajos y no alcanzan ni para cubrir las necesidades básicas, razón por la cual muchas familias optan por mudarse al cultivo de la hoja de coca.

“En la zona donde yo produzco hay muchos que decidieron volver a la coca, eso es algo muy peligroso, pero lo hacen por necesidad”, dijo.

Los meses que vienen, Wilson Sucaticona volverá a su chacra, donde –dice– pasa la mayor parte del año, junto con su esposa, para iniciar el periodo de cosecha que se prolongará hasta setiembre y luego vendrá la temporada más importante, cuidar el campo, limpiar la cosecha, abonar la tierra y prepararla para la nueva cosecha que será en dos años aún.

Con esta cosecha, Wilson espera volver a concursos internacionales y conquistar dichos mercados, como lo hizo en el 2010. “El café es mi vida, en cada grano que produzco está mi corazón, yo produzco café desde que era niño, y comparto con mi esposa el amor por este grano, creo que por eso es tan rico y valorado el café tunkimayo”, señala el afamado agricultor cafetalero de Puno.❧

El dato

  • Hay una preocupación generalizada entre los cafetaleros que se dedican a la producción de cafés especiales, y es que este año, debido a la contracción de algunos mercados internacionales que consumen mucho café, apenas se colocarían 1 millón 200 mil quintales, solo el 57% de la oferta.
 El productor en plena faena en su finca de Sandía. 


http://larepublica.pe/impresa/economia/790010-en-cada-grano-de-cafe-esta-mi-corazon




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