El cambio climático redefiniría la agricultura de Centroamérica
16:55:00El cambio climático redefiniría la agricultura de Centroamérica
Un nuevo estudio a nivel de municipios de Centroamérica muestra que
cultivos clave como el café y el fríjol serán menos aptos; resalta las
comunidades vulnerables y la necesidad de un amplio rango de respuestas
en materia de políticas
Shadi Azadegan (CIAT)
Productor de Nicaragua inspecciona sus arbustos de café. Los resultados
mostraron que este cultivo, el de mayores dividendos en exportación de
Centroamérica, es uno de los que sufrirá las mayores reducciones en
aptitud. Foto: JL Urrea (CCAFS)
El cambio climático podría transformar el
paisaje agrícola en Centroamérica, afectando cultivos prioritarios para
la región como el fríjol y el café de calidad de exportación al reducir
su aptitud, con impactos potencialmente funestos para los agricultores y
los medios de vida rurales, según un nuevo estudio.
Los hallazgos se suman a la
creciente evidencia de que las temperaturas en aumento y las temporadas
secas más prolongadas y más intensas afectarán severamente la
agricultura en una de las regiones más pobres de América Latina a menos
que se implementen medidas para prepararse y adaptarse.
“El cambio climático podría redefinir el mapa agrícola de Centroamérica”, afirmó el científico Peter Läderach del Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT) y uno de los autores del estudio, publicado recientemente en la revista científica Climatic Change.
“La
clave será cómo preparar a los agricultores de toda la región para los
cambios que se avecinan, su habilidad para adaptarse y qué tan rápido
puedan actuar. Nuestro estudio es la evaluación más completa hasta ahora
sobre los posibles impactos en Centroamérica y la vulnerabilidad de las
poblaciones locales”.
Los investigadores usaron modelos
climáticos y de cultivos para evaluar el posible impacto del cambio
climático hacia 2050 en mil municipios de Guatemala, Honduras, Nicaragua
y El Salvador.
Descubrieron que los efectos variarán ampliamente, lo que requiere
respuestas con distintos matices de parte de los formuladores de
políticas. En promedio, sin embargo, los
resultados mostraron que el fríjol, el café (el cultivo de exportación
más valioso de la región) y el banano sufrirán las mayores reducciones
en aptitud. Se proyecta que los cambios más severos se
presentarán en los municipios del Corredor Seco, un área propensa a la
sequía que abarca varios países de la región, en donde residen
aproximadamente 10 millones de personas.
Distribución de la capacidad de adaptación por municipios en los países de América Central. Fuente: Bouroncle, C. et al (2016).
Entretanto, se proyecta que el
maíz, yuca, arroz de secano y sorgo responderán positivamente al cambio
climático en todos los países estudiados. No obstante, los autores
advierten que si bien muchas áreas podrían volverse más aptas,
algunas son zonas protegidas, como los bosques o importantes zonas de
recarga hídrica y otras no están ya disponibles porque están ocupadas por zonas urbanas y otros usos.
Los autores también enfatizan que
aunque algunos cultivos serán más aptos, los agricultores podrían aún
enfrentar dificultades para hacer la transición:
“Si
los agricultores tienen que cambiar de cultivos, eso es una importante
decisión que puede requerir significativas inversiones financieras y
riesgos”, comentó la líder del estudio Claudia Bouroncle, del CATIE. “Muchos no tendrán los medios para lograr el cambio”.
Para abordar este tema, los
científicos también evaluaron la vulnerabilidad de las comunidades
agrícolas en cada municipio y su 'capacidad de adaptación' – su
habilidad para responder ante la situación. Ellos esperan que los
hallazgos ayuden a los formuladores de políticas a priorizar sus
inversiones en la adaptación al cambio climático.
“Nuestros resultados sugieren que se debe considerar todo un espectro de actividades de adaptación en la región”, agregó Bouroncle. “En
las áreas en donde los cultivos sufrirán las mayores reducciones en
aptitud, las vías de adaptación requieren importantes respuestas a nivel
de finca y más allá, que podrían incluir restauración de tierras
degradadas, reordenamiento de usos de la tierra en los territorios y la
diversificación de los medios de vida. Si revisamos, en todo caso, las
actuales iniciativas de adaptación en la región, podemos ver que la
mayoría de ellas son muy limitadas y se enfocan en cambios en las
prácticas y tecnologías dentro de los sistemas existentes”.
Pablo Imbach del CATIE, uno de los coautores del estudio, comentó: “Nuestro
enfoque se puede aplicar en otros países o regiones para identificar
prioridades espaciales para la adaptación usando datos ampliamente
disponibles, aunque sugerimos un mejoramiento en los impactos del cambio
climático en términos de cambios en la productividad de los cultivos,
relacionados con la variabilidad climática, la inclusión de activos
sociales, culturales y sociales en la caracterización de la capacidad
adaptativa y un enfoque en los paisajes agrícolas”.
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