Café de Perú - Junín: los rostros del café en San Luis de Shuaro

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Junín: los rostros del café en San Luis de Shuaro

La II Subasta Internacional de Micro Lotes de Finos Cafés Grano de Oro 2016, culminó ayer en San Luis de Shuaro (Chanchamayo, Junín), Rumbos participó en el evento y 'cosechó' estas historias de agricultores que apuestan por los cultivos orgánicos.

Rolly Valdivia / Revista Rumbos

23 de Julio de 2016 | 19:20 h


Zona roja, era, bien brava era, señor. Sendero, el MRTA, el Ejército. Todos llegaban armados y nos veían como enemigos, sospechaban de nosotros. Eso no era vida. Lo mejor era irse para otro lado. Con pena se marchaban, tristes se iban de nuestros pueblos. Los abuelos nomás se quedaban. Así eran las cosas, señor. No le estoy mintiendo.   

Muchas voces, un solo recuerdo: el terror, la violencia, las noches en los bosques de la cuenca de El Palomar (San Luis de Shuaro, Chanchamayo), donde se ocultaban en silencio esperando esquivar a la muerte o rezando para que la pesadilla terminara.

Ahora usted nos ve sonriendo, pero antes no era así. Pregúntele a cualquiera. En esos tiempos solo pensábamos en sobrevivir o en marcharnos. Hoy es distinto. Usted lo está viendo. Trabajamos la tierra y cuidamos de nuestros cultivos. Sí, todavía somos pobres, aunque eso va a cambiar. Total, ya hemos vencido al terror, ya hemos vencido al miedo.
  
Serapio, el cosechador
Don Serapio es uno de los caficultores de El Palomar. Foto: Rolly Valdivia

Él está en su campo. Prefirió quedarse entre su cultivos en Unión Palomar que bajar a la II Subasta Internacional de Micro Lotes de Finos Cafés Grano de Oro 2016, donde sus paisanos se anticipaban a las buenas ventas y los buenos precios, compartiendo un tamal y una humita gigante.

Solito estaba don Serapio, viendo con preocupación y cariño las cerezas de su café, cuando fue descubierto por un extraño, varios extraños, incluyendo una banda de músicos. Todo subían por un camino inexistente para ser testigos de un concurso de cosecha en el que él no participaría.

Y es que don Serapio -quizás, tal vez- prefiere estar solo, en su monte, entre sus cafetales que sobreviven a pesar de la roya. Allí lo encontramos. Allí debe estar ahora: trabajando, cosechando, soñando con granos orgánicos y precios justos.

Víctor, el jefe del café
Café de calidad cultivado por los yaneshas de Villa Rica. Foto: Rolly Valdivia

Su nombre es Víctor Huancho Joaquí y es el jefe de la comunidad nativa Yanacha Ñagazu de Villa Rica (Pasco). Sonriente, afable y orgulloso, cuenta que hace un mes se formalizó la Cooperativa Agraria Cafetalera de la Nación Yanesha (Coacna). "Somos 40 socios, pero vamos a convocar a hermanos de otras comunidades de nuestro pueblo".

Unión ancestral para aumentar la producción de café orgánico. "Nosotros nos hemos tecnificado y cada vez produciremos mejores granos", asegura el jefe, quien anhela vender directamente al mercado internacional, para librarse de los intermediarios que pagan una miseria y un sencillo.

Ellos buscan precios justos, que reconozcan su esfuerzo y les permitan crecer, desarrollarse y aprovechar los recursos de su bosque de manera sostenible.

Antonio, el cafetalero de Jauja
Antonio Quincho Taipe es premiado por el gobernador regional de Junín, Ángel Unchupaico. Foto: Rolly Valdivia

"Estoy cumpliendo un sueño y he dado un salto tan alto que me siento fuera del planeta. Mi vida va a mejorar a partir de ahora, va a mejorar", repite Antonio Quincho Taipe, solo así puede creerlo.

Él está feliz, como no estarlo si cuando salió de su distrito (Monobamba, Jauja), todos le decían que 'por las puras iba a la subasta, que estaba perdiendo su tiempo, que ahí todo estaba arreglado y su café no iba a ser seleccionado'.

Se equivocaron todos. Se equivocó el alcalde que no quiso apoyarlo en su aventura de medir la calidad de sus granos con el de otros productores de la Selva Central, también los intermediarios de San Ramón que apenas le pagaban seis soles por un kilo de café. Ellos hacían como si fuera un favor, como si le estuvieran dando una propina. 

Le gustaría verlos ahora -a los vecinos pesimistas, al alcalde poco colaborador, a los intermediarios abusivos- para decirles que en la subasta en el Parque Nacional del Café en El Palomar (San Luis de Shuaro), un quintal (46 kilos) de sus granos orgánicos -sí, de esos que crecen en Jauja porque Jauja no es solo altura; de esos que aprendió a sembrar gracias a sus abuelos y a su padre; de esos que sobrevivieron a la roya que este año se ensañó con la mitad de sus cultivos- se cotizó en 1 500 dólares.

Y es por eso que Antonio -con la voz entrecortada y la sonrisa floreciente- repite que su vida va a mejorar gracias al café orgánico que cuida y protege en tres hectáreas del bosque de Monobamba, del bosque de Jauja.

Rocío, la sucesora
Rocío y su padre José Jorge (izquierda), celebran con el comprador canadiense que pagó 1 850 dólares por un quintal de su café. Foto: Rolly Valdivia

Rocío tiene un reto complicado: ser la sucesora de José Jorge, su padre y el fundador de Chanchamayo Highland Coffee, una empresa que apuesta por los cultivos orgánicos y alternativos, sustentando su accionar en la filosofía del comercio justo y el trabajo directo con familias y asociaciones de pequeños agricultores de la selva y sierra de Junín, lo que le ha permitido exportar más de 200 tipos de productos a Francia, Suiza, Finlandia, Dinamarca, Italia y Alemania. 

Joven y dinámica, Rocío es estudiante universitaria, gerenta del negocio familiar, y, durante la subasta de ayer, la encargada de persuadiar y convencer a los compradores, de pagar siempre un poquito más por su cherry coffee que "crece a 1 800 m.s.n.m. y tiene aroma frutal, menos acidez y destaca en taza, por lo que fue un éxito en Mistura y desde hace cinco años se exporta".

Todo eso dice Rocío antes de proponer un precio base de 1 200 dólares por quintal, "un precio mínimo" considerando que el año pasado se pagó 1 645 dólares. Sus palabras fueron proféticas y la puja se disparó hasta los 1 850 dólares. Alegría, felicidad, brazos en alto. Padre e hija festejan. Suele decirse que de tal palo tal astilla... en este caso parece ser verdad.

Richard y René, los ganadores
Los esposos Romero Huayllama aplauden la última oferta por su café. Foto: Rolly Valdivia

En el Fundo Gran Cafetal de Sanchirio, a 1 850 m.s.n.m., Richard Romero y René Huayllama, despiertan muy temprano todas las mañanas. Ellos son esposos, una pareja joven que ya tiene dos hijos.

Ambos nacieron en el campo y saben, acaso desde siempre, como trabajar la tierra. Quizás por eso ya es parte de su rutina levantarse antes que el sol, para darle un vistazo a sus seis hectáreas de cultivos orgánicos de café de las variedades típico, borbón y caturra.

Son cultivos delicados que se abonan con guano de la isla y que no están libres de la temible roya. Eso no los desanima. Ellos apuestan por los cafés de granos finos.

Allí está el futuro de sus hijos y, también, por qué no, la seguridad de sus padres, agricultores como ellos quienes, a pesar de los malos tiempos, los precios injustos y la falta de apoyo, siguieron labrando la tierra. 

Esa la terquedad transmitida, ese cariño heredado por el campo dio sus frutos. El café de los Romeros-Huayllama que "tiene buen cuerpo y es de muy buena taza" fue el mejor de la subasta.

"Estoy emocionado y no tengo palabras", se excusa Richard por su parquedad. No importa, el sabor de su café habló por su esposa, sus hijos, sus padres, sus suegros, también por él.

Habló tan bien y fue tan persuasivo que el estadounidense Bob Gerner se animó a pagar 2 350 dólares por un quintal de ese café que se cultiva con amor de pareja, amor familiar en las alturas de Sanchirio. 

Los datos
La II Subasta Internacional de Micro Lotes de Finos Cafés Grano de Oro 2016 se realizó el jueves 21 y viernes 22 de julio en el Parque Nacional del Café (San Luis de Shuaro, Chanchamayo).

En la subasta hubo dos categoría. Un lote: 375 quintales  de café de 46 kilos (250 sacos de 69 kilos, con 12 por ciento de humedad y cero defectos); y un micro lote: 30 saquitos de 10 kilos cada uno, con 12 por ciento de humedad y cero defectos).

La subasta fue organizada por el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo, Región Junín, Municipalidad Provincial de Chanchamayo, Municipalidad de San Luis de Shuaro, y la empresa agraria cafetalera Chanchamayo Highland Coffee.


http://larepublica.pe/turismo/rumbos-al-dia/788045-junin-los-rostros-del-cafe-en-san-luis-de-shuaro




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