Café de Colombia - “Por el paro camionero, hemos tenido que sacar café vía aérea”
13:19:00“Por el paro camionero, hemos tenido que sacar café vía aérea”
En el más reciente
Encuentro Nacional de Periodistas, el Zar del café habló de todos los
temas: nuevo contrato del Fondo Nacional del Café, posconflicto, la
crisis de recolectores, TLC con Corea, Fondo de Estabilización y los 90
años del gremio. DIARIO DEL HUILA fue el único periódico de la región
que participó en esta jornada que se llevó a cabo en la Granja Esteban
Jaramillo, municipio de Venecia, suroeste de Antioquia. EXCLUSIVO.
Las bodegas de Almacafé y de las cooperativas están a reventar. El café no se puede llevar a los puertos por el paro camionero.
¿Cuáles son los efectos del paro camionero en la caficultura del país?
Yo lo he venido calificando de la
siguiente manera: el paro camionero tiene dos efectos sobre la
caficultura. Uno sobre el comercio exterior de café y otro sobre la
comercialización interna del grano.
El efecto sobre el comercio exterior
está dado por la incapacidad de despachar los cafés de los centros de
trilla a los puertos. Eso tiene, por su lado, diferentes expresiones,
una de ellas es que usted tiene un café que ya está trillado. Desde el
momento en que el café se trilla empieza a perder calidad, poco a poco.
Entonces se empiezan a perder esas cualidades que tiene el café colombiano y que lo hacen particular.
¿Qué pasa con los compradores que están esperando el grano nacional?
No poder exportar significa no poder
cumplir a los clientes en el exterior y el traumatismo que tienen esos
industriales, cuya materia prima es el café colombiano y que no lo van a
poder recibir y que van a tener que cambiar y buscar otros orígenes
sustitutos.
Además, la cantidad de divisas que le
llegan al país y el dinero que le llega a las empresas que cumplen el
ejercicio de la exportación del café. En el caso de la Federación, en el
Fondo Nacional del Café, pero somos solamente el 25%, queda el 75% en
manos de exportadores particulares que tienen el producto allí y que no
han podido exportar.
¿Cuáles son las metas que tiene
el sector en materia de exportaciones y en qué medida no han podido
cumplir los compromisos comerciales?
El programa de exportación de Colombia
es de más o menos 1,3 millones de sacos de 60 kilogramos al mes.
Nosotros ya en junio tuvimos una reducción de las exportaciones de café
(-7%) buena parte explicadas por el paro camionero.
En julio, a la fecha vamos unos 400.000
sacos de café exportados entre todos, de un programa que es de 1,2
millones de sacos. Estamos a mitad de julio y hemos vendido en el
exterior una tercera parte de lo que es el programa. Eso nos hace
pensar, claramente, que inclusive si se resolviera el paro camionero
hoy, quedaríamos cortos en lo que son las obligaciones y las metas de
exportación.
¿Qué cifras de ventas internacionales tiene la Federación?
Para julio tenemos una meta, como
Federación, de exportar 180.000 sacos de café, el último reporte que me
dio el gerente comercial, Felipe Robayo, era que a mitad de julio
habíamos llevado al exterior 30.000 sacos. ¿Qué nos puede pasar para
final de año? Pues teníamos una cifra que debería estar cercana a la del
año pasado: 13’000.000 de sacos. Con este retraso de más de un mes
ojalá podamos superar los 12 millones de sacos. Con eso nos sentiríamos
muy contentos.
¿Eso quiere decir que así se termine ahora el paro, la meta del año no se va a cumplir?
Eso va a tener un impacto clarísimo
sobre la exportación total anual de Colombia, tendrá un impacto claro
sobre las finanzas de todos los que somos exportadores de café y un
impacto intangible e inmedible en lo que es el hecho de que la industria
empiece a perder confiabilidad en el grano colombiano porque ven que es
un origen que tiene un riesgo particular y es el de los paros que a
toda hora están interrumpiendo la capacidad del país de colocar su
producto en el mercado internacional.
Usted acaba de hacer una
exposición muy completa de las dificultades que se presentan en materia
de exportaciones, ¿en cuanto a la comercialización interna cuál es la
afectación?
Por el lado de la comercialización
interna el problema es tal vez el más perverso: el productor, en las
zonas en donde todavía hay cosecha, que están ubicadas en el sur del
país, llega con su producto a venderlo en los pueblos y veredas donde
hay compradores particulares que ejercen esa actividad y las
cooperativas de caficultores.
Sin embargo, hoy en día, dadas las
condiciones, buena parte de la capacidad de almacenamiento de café por
parte de los compradores particulares, así como de las cooperativas de
caficultores está comprometida con un producto que no se ha podido
enviar a los centros de trilla por cuenta del paro camionero.
Entonces, este puede ser el efecto más
perverso, que se nos llegue el momento en donde el cafetero va a ir al
pueblo a vender su café y el comercializador tradicional le va a decir
que no se lo puede adquirir porque no tiene capacidad de almacenamiento
ya que tiene sus bodegas totalmente llenas. También le podrá decir que
no tiene los recursos porque están atados en ese café almacenado.
¿Qué departamentos son los más afectados en estos momentos?
La zona más afectada que yo diría, por
lo menos en el caso nuestro, es el sur del país. Nariño, Cauca y el sur
del Huila que es donde tenemos la cosecha grande. Esos cafés tienen que
salir de esos centros de trilla hacia Buenaventura. No han podido
moverse y tenemos tostadores importantísimos en Europa y Estados Unidos
que hoy están enredados porque no tienen producto al punto tal que creo
que desde hacía mucho rato no embarcábamos café por vía aérea.
Hemos tenido que sacar café en aviones
porque el señor que está allá, que tiene un producto que está basado
solamente en café colombiano del sur del país no lo puede sustituir, no
tiene ninguna opción.
¿Habría multas con los exportadores de grano, incluyendo la Federación, por el incumplimiento de los compromisos comerciales?
Puede, en algún momento, ocasionar
multas por parte de los compradores internacionales que son producto de
que no pueden adquirir el café y tienen que salir al mercado a comprar
“a lo que sea el café” para obtener la materia prima para tener su
producto tostado y molido. Parte de ese sobreprecio que tiene que pagar
el industrial se lo cobra a al exportador del producto.
¿Esta situación podría generar desconfianza del café colombiano en el mercado internacional?
Siempre hay el riesgo del industrial,
que confía en el café que le debe llegar, y no le llega pues toma una
reacción y dice “este es un origen que no es confiable, que tiene
problemas de embarques, entonces no lo compro”. Lo otro son las primas
del café, los sobreprecios que se pagan tienen involucrada la
confiabilidad como un elemento indispensable para el mejor sobreprecio.
Entonces, los sobreprecios están hechos
no solamente de la calidad del café, sino del hecho que usted tiene un
embarque confiable. Si esa reputación la perdemos en el mercado
internacional corremos el riesgo de ir erosionando la prima del café
colombiano.
Recolectores y paz
Hablando de la cosecha actual,
que es la más grande y que se está recogiendo en estos momentos, ¿han
estimado el déficit de recolectores en Colombia?
El déficit de recolectores es del orden
de 60.000 personas. Necesitamos esta cantidad de recolectores para que
vengan a la zona cafetera a recolectar café. En varios de los
departamentos, los comités ya tienen unos programas para traer gente que
venga a recolectar café, para promocionar las distintas áreas que están
en cosecha, para que los recogedores vengan, trabajen y se vayan con
los réditos de una actividad bien hecha.
Cada vez enfrentamos este cuello de
botella y por eso, dentro de nuestro esquema de rentabilidad, la mano de
obra ocupa el primerísimo lugar. Queremos trabajar en mano de obra
asistida, mecánica o de alguna manera que aumentemos la productividad de
la recolección y que nos sea menos oneroso, en términos de tiempo y
dinero para el caficultor.
¿Por qué la Federación y el Fondo Nacional del Café continúan exportando a pesar de las recomendaciones de la Misión del Café?
El nuevo contrato trae una cosa
clarísima: se pidió mucho que la Federación y el Fondo no participaran
en las exportaciones de café, que eso se separara. El nuevo contrato no
cambia las condiciones actuales, es decir, la Federación y el Fondo
continúan participando directamente en el mercado y mercadeo del café.
Yo lo dije en La Mesa (Cundinamarca),
que no puede ser que los productores de café renuncien a la actividad de
exportación porque si aquí hay exportadores en el mercado es porque es
una actividad rentable, porque esa intermediación de comprarle a los
productores y venderle al mundo, deja algo de rentabilidad. Esto es a
veces complejo y los riesgos son enormes, pero nosotros llevamos
haciendo esa actividad desde 1927.
Si uno ve cuáles son los principios de
la Federación, ¿por qué se unieron esos cafeteros aquí en Antioquia? Fue
para comercializar café y defender sus intereses. Entonces no vamos a
renunciar, no íbamos a renunciar, lo acordamos con el Gobierno Nacional y
quedó plasmado en el contrato de que continúa la actividad exportadora
del Fondo Nacional del Café.
Usted se comprometió con el
presidente a apoyar la paz en el país, ¿cómo va a convencer a los
cafeteros de que este acuerdo es bueno para el sector y para Colombia?
Aquí hay una cosa que es clara, la gran
línea es que los cafeteros queremos la paz. Los cafeteros somos
habitantes del campo y no ha habido ningún lugar en Colombia más sufrido
que el campo. Sí, en las ciudades se han presentado problemas; sí, ha
habido actividad guerrillera en las ciudades y los pueblos, pero donde
ha habido mayor sufrimiento de las comunidades, ha sido en el campo.
Nadie podría celebrar más un país en paz
que los campesinos y, en este caso, los cafeteros de Colombia. Nosotros
vamos a empezar un programa de pedagogía, una vez sepamos qué fue lo
que se firmó y cuáles son las condiciones, para explicarles a los
cafeteros qué es lo que hay detrás del acuerdo de La Habana, cuáles son
las ventajas, qué fue lo que allí comprometimos, dónde esto impacta la
economía y la cafetera en particular.
El presidente Santos también ha
dicho que el sector cafetero será crucial en el posconflicto. ¿Cree que
tendrán un papel importante después de firmada la paz?
El presidente Juan Manuel Santos nos
dijo que en el momento en que entren recursos para el posconflicto, uno
de los canales a través de los cuales se llevará estos recursos será la
Federación Nacional de Cafeteros y su institucionalidad. Esto porque
nosotros tenemos la capacidad y la infraestructura para hacer las obras,
para ejecutar los recursos.
En Colombia no es que falte plata, lo
que sucede es que en muchas oportunidades no hay quién ejecute los
recursos de manera transparente y eficiente. En este caso la Federación
de Cafeteros, los comités departamentales de cafeteros, son un canal
ideal para ejecutar recursos. Tenemos la responsabilidad de rehacer el
tejido social cafetero y eso se hará con los dineros que lleguen para el
posconflicto.
Corea y cumpleaños 90 de la Federación
Ya arrancó el TLC con Corea. ¿Cuáles son las oportunidades de los cafeteros colombianos en este mercado?
Nosotros hemos estado ahí, hemos sido
suplidores de cafés para el mercado Coreano, es un mercado que se ha
venido moviendo muy interesantemente. Es un mercado que se ha inclinado
100% al café soluble, las cafeterías y el grano especial han crecido de
manera fuerte. Si usted va a las ciudades más importantes de Corea las
encuentra repletas de cafeterías, llenas de cafés especiales.
Vamos a continuar nuestra búsqueda de
nuevos nichos, nuevos espacios para el café colombiano. No es un mercado
muy grande, son unas 50 millones de personas (casi igual que Colombia)
pero es importante por esas nuevas tendencias hacia los cafés especiales
y hacia la cultura de alta calidad. Hoy en día nosotros tenemos una
industria que exporta café instantáneo que es la fábrica de café
liofilizado Buencafé y también hay algunos particulares como Nestlé o
Colcafé.
¿A finales de este mes habrá Fondo de Estabilización?
La concepción matemática del modelo y el
agarre académico del modelo ya están. Yo lo he dicho en todos los foros
y me siento muy orgulloso, porque si en algún momento se dijo que eso
no era posible hoy creemos que hemos diseñado algo que es posible y que
es factible.
El costo lo estamos acabando de medir,
pero es oneroso. Queremos llevarnos este modelo a la banca multilateral
para ver qué podemos obtener de financiamiento por ese lado como un
periodo de prueba inicial. Si probamos, como creemos estar casi seguros,
de que es un mecanismo y una herramienta que el productor ve valiosos
estoy seguro que después podemos invocar a la sensatez de los
productores y decirles “por qué no lo financiamos nosotros mismos”. Pero
a finales de este mes les damos todos los detalles.
¿Cómo están las relaciones Federación-Dignidad Cafetera?
Efectivamente lo que se llamó en su
momento Dignidad Cafetera, que tiene muchas expresiones, era un grupo de
productores que quería imponer y llevar nuevas ideas, trabajar en
nuevos objetivos, incorporar en los comités departamentales una nueva
dinámica. Ellos llegaron y hoy están aquí, ya llevan dos años en la
Federación y son parte de la institución. Son una parte muy importante
del gremio, han sido unos dinamizadores de la institucionalidad.
Algunos sectores están apoyando a
los camioneros, incluso dirigentes de los comités de cafeteros. ¿Se
avecina un nuevo paro cafetero?
Yo creería que hoy no hay condiciones
para un paro cafetero. Una cosa era cuando el precio interno estaba en
$400.000 y hoy con precios por encima de los $800.000 deberíamos
dedicarnos más bien a la caficultura.
¿Qué están preparando para los 90 años de la Federación Nacional de Cafeteros que el próximo año cumple 9 décadas?
El próximo año vamos a hacer una entidad
nonagenaria. Eso nos da mucha alegría porque tenemos el compromiso de
volver a Antioquia, un departamento que tanto nos acoge, que fue la
génesis de la Federación, para la celebración de los 90 años.
Les adelanto que estamos programando un
foro de países productores. Hemos venido trabajando desde hace seis
meses en contactos con diferentes naciones. La idea es reunirnos todos
para conversar de los problemas que son conjuntos. Uno cree que el
cambio climático es solo de la caficultura colombiana, la respuesta es
no; el problema de la mano de obra, el relevo generacional y otras
problemáticas son comunes a todos los países productores.
¿Cómo va la estructuración de su propuesta llamada “Cien Cien”?
Es una iniciativa que es muy
interesante. La vamos también a pintar completamente el próximo año,
pero así como en algún momento decidimos que le íbamos a apostar todo en
la caficultura colombiana a la calidad, queremos darle un nuevo toque
en sostenibilidad.
La idea es que cuando la Federación
cumpla 100 años, en 2027, la totalidad de la caficultura colombiana
tenga una cobertura de sostenibilidad bajo los patrones que vamos a
definir en el futuro.
Por: Fausto Mauricio Manrique Horta
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