Café de El Salvador - Mujeres del café en El Salvador
16:23:00Mujeres del café en El Salvador
El
bloggero Armando Urquillo las encontró en un beneficio camino a
Tacuba.
9 de Mayo de 2016 a la(s) 20:12
"Mujeres
que han aprendido el sistema y sus dedos ya trabajan solos, su vista
afilada para detectar el grano de café en mal estado". Así
describe el bloggero Armando Urquillo a las "mujeres del
café".
En esta ocasión se las encontró en un beneficio camino a Tacuba, Ahuachapán, según nos cuenta en su blog: "Turismo Rural y Alternativo".
Dice que, aunque para él se trató de una escena digna de recordar, ellas ni siquiera lo miraron, porque "la banda seguía caminando, llevando miles de granos de café sin darles tiempo más que de seguir viendo hacia abajo".
En esta ocasión se las encontró en un beneficio camino a Tacuba, Ahuachapán, según nos cuenta en su blog: "Turismo Rural y Alternativo".
Dice que, aunque para él se trató de una escena digna de recordar, ellas ni siquiera lo miraron, porque "la banda seguía caminando, llevando miles de granos de café sin darles tiempo más que de seguir viendo hacia abajo".
La
imagen impacta de verdad aprecias lo que significa, se trata de
mujeres con brazos de maquinas, mujeres únicamente con sus ojos
libres y el resto de su rostro cubierto por una mascarilla, para no
ser atrapadas por el polvo del grano.
Mujeres que han aprendido el sistema y sus dedos ya trabajan solos, su vista afilada para detectar el grano de café en mal estado y en un movimiento tomarlo y retirarlo de la banda, así una, dos… Cientos de veces en el día, un solo movimiento mecánico.
Son una sola con la máquina que no les permite el descanso,
encerradas en una galera de ventanas cerradas y un aire pegajoso, que
sofoca a los primerizos; y a pocos centímetros de sus rostros
candelas de luz que vuelven más extenuante su labor
Encontré a Las Mujeres de Café, sirviendo en un beneficio camino hacia Tacuba, y aunque para mí se trataba de una escena digna de recordar, ellas, ni siquiera me miraron, porque la banda seguía caminando, llevando miles de granos de café sin darles tiempo más que de seguir viendo hacia abajo, firmes, resignadas, heróicas, detectando el error, viviendo de ello.
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