Café de Jamaica - En Jamaica emprendedores jóvenes y sordos están elaborando su propio café con un objetivo
20:14:00En Jamaica emprendedores jóvenes y sordos están elaborando su propio café con un objetivo
Publicada el 23/04/2016 7:00 GMT
¿Qué tal un delicioso y recién tostado café Jamaican High
Mountain?¿Un Honey Latte tal vez?
¿O un Nitro Cold Brew? El menú aquí
puede que no sea tan poco habitual para una cafetería, pero este café es
cualquier cosa menos común.
Carlyle Gabbidon de 27 años, y su colega Fabian Jackson de 21, dos
jóvenes de cálidas e irresistibles sonrisas, nos atendieron en nuestra
reciente visita a la sede de la empresa social Deaf Can! Coffee. Ambos son sordos.
Participa. Prepara. Empodera. Ese es el eslogan del emprendimiento,
le explicó el cofundador y mentor del proyecto Blake Widmer a Global
Voices:
"Participación implica lograr que los jóvenes se involucren y entusiasmen
con el proyecto, asegurándonos que se sientan verdaderos propietarios.
Una vez que tienen interés, entonces es importante estar preparados — no
solo con las habilidades correctas — sino con la mentalidad y actitud
de ‘yo puedo’, además del equipamiento físico. El empoderamiento
simplemente sucede. Crece, naturalmente, a medida que se desarrolla el
negocio."
La sede de la cafetería ¡Deaf Can! está situada en Kingston en el extenso campus del Centro cristiano para sordos del Caribe–
una institución educativa con tres escuelas en la isla (las otras dos
se encuentran en Montego Bay en la costa norte de Jamaica y en
Knockpatrick, al oeste de la capital). Caminando cruzamos una gran área
de césped desgastado donde se practican deportes y llegamos al nuevo
edificio donde voluntarios extranjeros estaban ocupados pintando.
La luminosa sede, con enormes ventanas y mucha luz natural, recibió fondos para un desarrollo de energía solar de Digicel Foundation,
que se dedica a asistir a la juventud desfavorecida en Jamaica. Deaf
Can! Coffee fue inaugurado el 19 de marzo de 2015. Un año después, abrió
un nuevo local, completamente equipado, también financiado por Digicel Foundation.
Aquí, los estudiantes aprenden no solo a hacer café, sino también
cómo manejar todos los aspectos del negocio y a confiar en sus
habilidades. En la actualidad, Deaf Can! Coffee no tiene una cafetería
abierta al público; sin embargo, es un negocio muy dinámico, que empaca
todo su equipo en una furgoneta y sale a la calle a servir café en
reuniones, exposiciones y eventos comerciales. El negocio también vende
café tostado y material de merchandising, como camisetas y tazas con su
llamativo logo: dos puños uno sobre el otro, el de arriba en movimiento
de trituración, que representa la expresión en lenguaje de señas
jamaiquino para el café.
Gabbidon, gerente y barista en jefe, cuya formación original fue como alicatador, explicó:
"Trabajamos juntos como equipo. Lo importante es seguir desarrollándonos,
practicando y mejorando, saber que habrá errores pero que servirán de
enseñanzas. No queremos sentarnos a no hacer nada. Queremos que todo el
mundo nos conozca, que sepan que somos como cualquier otra persona."
Él y Jackson, cuyos padres se mudaron desde zonas rurales a la capital,
Kingston, dijeron que se sienten heridos por las etiquetas que
lamentablemente los jamaiquinos aún usan para referirse a las personas
sordas. Jackson comentó:
"No somos ‘discapacitados’. Todos tenemos nuestros propios talentos. Odio
cuando la gente nos dice ‘tontos’. No somos tontos. Irónicamente,
algunos que nos dicen tontos ni siquiera tienen el nivel de
alfabetización que nosotros tenemos."
"Siempre nos dicen, ‘No pueden.’ Pero no queremos que los demás nos vean
de manera negativa. Queremos desafiar al mundo y decirles: ‘¡Podemos
hacer lo que sea!’ Ya no estamos nerviosos. Tenemos confianza."
La inspiración para el emprendimiento surgió durante una excursión
que un grupo de 17 estudiantes hizo a la localidad de Top Hill en la
zona rural de St. Elizabeth (el lugar de origen de la esposa de Widmer, Tashi Bent-Widmer). Allí, ellos conocieron a Evelyn Clarke, un granjero sordo que cultiva y tuesta su propio café. Él se convirtió en su modelo a seguir.
Los estudiantes decidieron fundar una cafetería en el campus con la ayuda de la organización religiosa Harvest Call de
Jamaica. Las puertas de aquel negocio ahora están cerradas al público,
pero Deaf Can! Coffee continúa ofreciendo servicios de cafetería para
eventos. Durante nuestra visita, tuvimos la oportunidad de visitar la
cafetería original, donde vimos el mortero y la maza tradicionales que
Clarke usaba para moler su café, así como también el equipo original de
los estudiantes adquirido con sus propios fondos.
No mucho después de que Deaf Can! Coffee fue fundado, integrantes de Sidecar Coffee de
Cedar Falls, Iowa, EE. UU. volaron a Jamaica para brindar dos días de
capacitación en elaboración de café. También recibieron clases de un
experto local en arte en café. Luego, se invirtieron los roles: en la
siguiente visita de Clarke, los estudiantes le mostraron sus habilidades
en elaboración y tostado de café.
Sólidas alianzas como estas han sido clave para el desarrollo de Deaf
Can! Coffee. El diseñador gráfico sordo Justin Forbes está trabajando
en los logos de dos de sus nuevos productos, Nitro Cold Brew y Cold
Coffee Energy Drink. Kemoy Campbell, ex alumno de la escuela que
actualmente estudia ciencias de la computación en el Instituto de
Tecnología Rochester y empresario del sector tecnológico,
diseñó el dinámico sitio web de Deaf Can! Coffee, y participará en una
pasantía en el verano para diseñar “terminales de autoservicio.” El
precioso y brillante mostrador de caoba azul fue realizado por
residentes de Jamaica Deaf Village, que aún es una obra en progreso en la zona central de Jamaica. Se trata de personas sordas que se apoyan mutuamente.
Deaf Can! Coffee incluso recibió la visita de una invitada muy especial en febrero: Claudia Gordon,
la primera abogada sorda de EE. UU. Originaria de la zona rural de
Jamaica, ella se mudó a EE. UU. cuando tenía 11 años y se convirtió en
defensora pública de los derechos de los sordos; durante la
administración Obama se desempeñó como directora adjunta de la Oficina
de participación ciudadana de la Casa Blanca como asesora en asuntos de
discapacidad, entre otros cargos.
Deaf Can! Coffee tiene planes de diversificarse e incluir además un
menú de cafetería en el futuro próximo. Durante nuestra estadía, el
supervisor Stephen McFarlane nos mostró parte del nuevo equipamiento que
está listo para ser instalado, incluyendo un horno y una barra de
ensaladas.
El objetivo en Deaf Can! Coffee es desarrollar una cultura
“colectiva, saludable y compasiva”, señaló el cofundador Blake Widmer:
"Esta es una empresa social con un propósito, y también queremos que sea
sustentable. Debe ser también una cultura inclusiva que atraiga a la
gente …"
Con gran cantidad de ONG jamaiquinas como Respect Jamaica trabajando
para lograr una sociedad más inclusiva y tolerante, emprendimientos
como este pueden contribuir a derribar las barreras de la
discriminación. Descubra más sobre Deaf Can! Coffee en su sitio web, o sígalos en Facebook, Twitter o Instagram.
https://es.globalvoices.org/2016/04/23/emprendedores-jovenes-y-sordos-estan-elaborando-su-propio-cafe-con-un-objetivo-en-jamaica/
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